lunes, 24 de mayo de 2021

Relajación

La relación puede llevarse a cabo en el elemento , ya sea sentada con las piernas cruzadas apoyando la espalda en la tela, o sentada con los pies colgando apoyados o no en el piso según la altura de la tela. Asimismo también puede realizarse en el suelo acostado.









Podemos entender la relajación como un proceso de auto-observación, de entrega, de abandono… Es un proceso de quietud física y mental, donde, de manera consciente, iremos llevando la atención al interior, abstrayéndonos de cualquier estímulo externo.

Normalmente se realiza en la postura savasana, boca arriba, con piernas estiradas y entreabiertas al ancho de caderas y brazos a lo largo del cuerpo, ligeramente separados de él. 

existen diversas técnicas de relajación. La mayoría de ellas comienzan con un recorrido del cuerpo, desde su parte inferior (pies y piernas) hasta su parte superior (manos, brazos, cabeza), pasando por todas y cada una de las partes del cuerpo. Algunas técnicas utilizan palabras o frases concretas: “piernas y pies se relajan…, manos y brazos relax…”, otras utilizan visualizaciones (visiones dirigidas donde la mente crea un escenario lo más real posible, para recrearse en él y conseguir la relajación de este modo), y otras utilizan al cuerpo físico, soltando y relajando cada parte del cuerpo para ser conscientes de las sensaciones de tensión y posterior relajación.

Este proceso de relajar el cuerpo, sirve como antesala al proceso de relajar la mente. Para ello, debemos llevar la atención al interior, centrándonos en las sensaciones internas que se van produciendo a consecuencia de relajar el cuerpo. Traer, poco a poco, la atención al momento presente, sin distracciones mentales, consiguiendo esa quietud cuerpo y mente buscada.

En la práctica de la relajación, la respiración juega un papel fundamental. Debemos mantener una respiración pausada y tranquila, larga, suave, sin forzar ni la inspiración ni la espiración. Cuando la respiración es lenta y adecuada, el ritmo cardíaco disminuye y el organismo se ralentiza. A medida que vamos relajándonos, se relaja también la respiración, hasta el punto de apenas ser conscientes de ella

La relajación no es un proceso fácil, el cuerpo es reacio a soltar las tensiones acumuladas y la mente tiende a distraerse con mucha facilidad, sin embargo, a medida que vayamos mejorando la práctica de la relajación, seremos más conscientes de los estados físicos, mentales y emocionales en que nos encontramos y sabremos cómo mejorarlos cuando lo necesitemos. 

 

La relajación es un instrumento básico en yoga para aprender a relajarnos de manera consciente. Con su práctica diaria, notaremos cambios muy beneficiosos en nuestro organismo y tendremos la herramienta perfecta para minimizar las situaciones de estrés que puedan afectar al equilibrio de cuerpo, mente y espíritu.








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